Si te haces preguntas como ¿Qué quiero hacer en la vida?¿Qué quiero hacer para conseguir mis objetivos?¿Tiene sentido ilusionarse o es mejor evitar la decepción?¿Cómo vivo sin él/ella?,...Depende de las respuestas que des a estas preguntas tu estado de ánimo varía y oscila. Cuando eso se traslada a la ausencia de motivación y se instala en ti la desesperanza y la impotencia se abre la puerta a los trastornos del estado de ánimo.
Es frecuente que utilicemos términos como depresión, bipolaridad, anhedonia, abulia, apatía, desmotivación, manía, desesperanza para describir como nos sentimos.
Todos estos términos se refieren al malestar asociado a nuestro estado de ánimo. El tratamiento suele requerir una intervención multiprofesional con un doble objetivo, el recuperar la esperanza y el sentimiento de capacidad frente a la indefensión. Y en ocasiones el tratamiento psicofarmacológico, puede ser el sostén bioquímico necesario en el que apoyarse para retomar la confianza en uno mismo.


